Néstor Cuenca
lunes, 2 de septiembre de 2013
Néstor Cuenca
miércoles, 27 de junio de 2012
miércoles, 7 de diciembre de 2011
¡ Y ENTONCES !
Salí buscando en el vuelo
de mis poemas, memoria,
revisando bien la historia
de mi vida en este suelo.
Y ya una vez en el cielo
me encaramé a la fortuna
de mirar desde mi cuna
hasta mis últimos días,
donde a mi vida veía
desde un rayito de luna.
Y entonces, entusiasmado
de ver mi vida al trasluz,
se me hizo carne la luz
y me vi identificado.
Como que si algo sagrado
se adentrase en mi quimera
y que esa luz por doquiera
lleve la paz, y la calma;
pienso quedarla en el alma
cuando toque que me muera.
Y entonces, en ese ambiente,
seré resplandor y abrigo,
el calor de mis amigos
cual brasita incandescente.
Seré la lumbre paciente
porque así sabré esperar,
mientras tanto iré a buscar
los que fueron al “no ser”,
¡y si es que los puedo ver!
sentirme estar, “o no estar”.
Y entonces, con sentimiento,
y hasta un permiso divino,
iré alumbrando el camino
cada uno a su momento.
Pero turbios pensamientos
que se cruzan desprolijos
de tristeza y regocijos
me bajaron a la tierra,
pensando el sentir que encierra
cuando le toque a mis hijos.
martes, 8 de noviembre de 2011
La Amistad
La amistad es comparable
con acordes de guitarra,
pues de joda en una farra
cualquier tono es favorable.
Mas se torna indispensable
para una amistad prolija,
la lealtad que el tema exija;
y acá me planto en lo cierto:
“cuando el tema es de concierto,
hay que ajustar las clavijas”.
miércoles, 26 de mayo de 2010
ESENCIA PAMPEANA
pa milonguear de regreso,
y aunque aflojando los huesos
más que firme el sentimiento.
Rienda suelta al pensamiento
le viá dar en la ocasión,
entre la luz del fogón
y el resplandor del lucero,
me verá de cuerpo entero
reflejao en mi canción.
Yo soy pa' las vizcacheras
el verde intenso raleao,
y pal criollo conchabao
soy la faja de arpillera,
soy la aldaba de tranquera
hecha en cadena con gancho,
soy el horcón de los ranchos
y de ello estoy orgulloso,
y soy el palo lustroso
ande se rascan los chanchos.
Soy lonja de cuero crudo
dispuesta en cualquier apronte,
soy tala viejo del monte
de copa grande y raisudo,
soy la cueva del peludo
entre ráice entreverada,
y en una olla tiznada
yo soy ese guiso macho,
y unto sin sal pal empacho
de la última carneada.
Soy el viejo caronero,
el palenque de caldén,
soy paragolpe del tren
por vigornia pal herrero.
Soy ese fierro crotero
pa' un churrasco chamuscao,
y soy el poncho encerao
aguantando el temporal,
y en la espera de un mensual
soy aquel cigarro armao.
Soy corral de palo a pique
seguro, como ninguno,
son las cosas que reúno
pa' que el criollo las mastique.
Soy bravura del cacique,
soy del nutriero, la trampa,
el viejo mate de guampa,
soy tañido del cencerro,
el alma de Martín Fierro
soy la esencia de La Pampa.
nestor-cuenca.blogspot.com
viernes, 21 de mayo de 2010
Una poesía al fuego
Habrá de ser lo primero
que se llegó a descubrir,
y hoy te voy a distinguir
en mis mentas de trovero.
Yo poniendo mucho esmero
me preparo pa' hilvanar
y estos versos recitar
en fogón o alguna peña:
¡calorcito 'e fuego a leña
a vos te quiero cantar !.
Te imagino en las cabernas
y después con el indiaje,
entre gauchos, paisanaje,
con tu llama siempre eterna.
De manera muy fraterna
protejiste' al ser humano,
acompañaste' al cristiano
y cuando el frío más azota,
vos secaste' un par de botas
o las pilchas de un paisano.
Compañero abrasador
ya de años muy remotos,
del más rico hasta los crotos
precisaron tu calor.
Cocinaste' al asador,
en parrillas y en brasero,
y en esos inviernos fieros
en la olla 'e fundición
vos cicistes chicharrón
o algún criollazo puchero.
Calentaste' el horno 'e barro,
la caldera de aquel tren,
y en un solo santiamén
calzaste la rueda 'e carro;
derretiste' en un tarro
la grasa de una carneada,
y en más de una madrugada
cobijastes al carrero,
y a su arcilla, el alfarero,
la cocinó en una horneada.
Puntal de la construcción
cocinando los ladrillos,
pa' las casas y castillos
y una que otra mansión.
Si usté busca inspiración,
en silencio y a lo oscuro,
prenda un fuego y le aseguro
que al contemplarlo verá,
que todo lo dicho acá
es sentimiento muy puro.
Y bueno, yo me despido
y es con esta reflexión,
que tu rojo corazón
siga siempre encendido.
Cuando yo esté bien curtido,
y en una mala jugada,
la parca, si a la pasada
me llevara en su embate,
que me halle tomando mate
con una pava tiznada.
nestor-cuenca.blogspot.com